Dios sigue tocando corazones

Dios sigue tocando corazones 

Lectura Bíblica: Juan 1: 35-51

La gracia de Dios corre como un virus, pero en vez de enfermar, ¡sana!

Toma un momento para pensar quien será el próximo Pedro alcanzado por esa gracia de Dios. Seguramente necesitará de un Andrés, que es su hermano, su familiar.  ¿Hay alguien en tu familia que necesita conocer al Señor?

Pensá ahora en el próximo Natanael.  Hará falta un amigo cercano, un Felipe que le hable de Jesús.  Sin duda tendrás un amigo o amiga que tendría que conocer la buena noticia de la salvación.

Queremos resaltar en este espacio, que “no es tan importante cuánto sabes, sino que haces con lo que sabés”.  No significa que no sea valioso conocer las escrituras y crecer en conocimiento. El problema es creernos la mentira que necesitamos saber más para dar a conocer a Jesús.

Creemos que este pasaje de Juan nos deja en claro al principio de este evangelio que nada de eso es así.  Andrés y Felipe acaban de conocer a Jesús y ya les es suficiente para darlo a conocer.

Para dialogar:
  • ¿Qué idea te da la expresión de Pablo en Romanos 1:16?
  • ¿Por qué crees que hemos sido engañados en que solo los “preparados” pueden ser los indicados para predicar de Jesús?
  • Un testigo es alguien que cuenta lo que vio o lo que vivió.  Entonces, ¿Qué significará  la palabra testimonio o testificar de Jesús?

1. Andrés buscó a Jesús. Se quedó con él.  En la charla para la iglesia puntualizamos que quedó cautivado con Jesús y eso fue lo que precisamente lo impulsó a buscar a su hermano Simón.

La intención más profunda de nuestra alma debe ser buscar el corazón de Jesús cada día. Cuando decimos corazón es entrar en una comunión íntima que nos permita oír su Espíritu hablándonos al corazón.  De esa manera cuando somos cautivados por él, lo daremos a conocer como resultado de esa relación significativa y poderosa que nos alimenta.

El Señor toca corazones mientras sigue tocando el nuestro. Mientras lo conocemos, lo damos a conocer. Cuanto más nos tomamos de su mano, tomamos de la otra a alguien más para que siga las pisadas. Mientras mi vida se ordena, soy una oportunidad para que otras vidas sean ordenadas. Porque si esperamos saberlo o vivirlo todo, no sabemos que puede suceder con el próximo Pedro o Natanael.

2. Felipe va a buscar a su amigo Natanael y comienzan un diálogo donde vemos que Felipe no tiene todas las respuestas y tampoco se hace mucho problema por eso. Él también fue cautivado por Jesús y está convencido de que si su amigo lo conoce, le pasará lo mismo!
Felipe directamente esquiva los cuestionamientos de su amigo y le dice: -vení y comprobalo vos mismo.
Cuando Natanael está llegando a donde está Jesús, escucha que el Señor comienza a hablar de él como si lo conociera muy personalmente. Esto quitó todas las dudas de Natanael, sobre todo cuando lo dijo: - “te ví cuando estabas debajo de la higuera”

Para dialogar:
  • ¿Cómo te parece que podríamos ser una iglesia a la medida de Felipe para que podamos decir, vení y comprobalo vos mismo?
  • ¿Debajo de que higueras te parece que están tus familiares y amigos en las cuales el Señor puede llegar a tocarles el corazón?

Oramos:
Que el Señor nos de esa capacidad de estar cautivados y convencidos del poder de atracción que hay en Jesús. Que nuestra práctica cristiana sea tan simple y poderosa para que podamos decir vení y comprobalo por vos mismo. Que el Señor toque los corazones de muchos Natanael hablándoles en sus higueras antes que lleguemos nosotros. Y que muchos Simón lleguen a convertirse en nuevos Pedro.

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